Una palabra mueve, un ejemplo arrastra.
Nos movemos por ejemplos, por experiencias ajenas y sobretodo por el éxito de los grandes triunfadores a los que adoramos
al igual que el Becerro de Oro.
El gran negocio de Internet son los datos y con estos la publicidad que se vende.
Zuckerberg, cada año hace una promesa que intenta cumplir,
un año fue visitar el mayor número posible de ciudades de
EE.UU., otro leer un libro cada dos semanas, otro comer solo lo que el haya matado y este año 2018, mostrar su vida personal, opiniones y fotos a todo el mundo.
Ni qué decir tiene que con este ejemplo mucha gente le imitará.
Algo tendrá que ver que la universal Unilever, deje de invertir en publicidad digital 7.700 millones de dólares.
Vamos a ver como crece la experiencia personal y los comentarios durante este año de muchas personas, sean o no importantes y al mismo tiempo aumentar los "bulos" y mentiras en todos los campos.
Ceder datos personales a cambio de un servicio gratuito lleva el riesgo de hipotecar no solo la intimidad, sino la libertad ya que es caer en las redes y depender totalmente de ellas. Pero a cambio estamos dentro del rebaño y no necesitamos pensar, se nos da todo digerido y ordenado, solo tenemos que cumplir como buenos soldados las órdenes que emanan del Gran Hermano. Y escapar a esta red es imposible, por lo tanto hay que trabajar sabiendo donde estamos y hasta donde podemos llegar y ofrecer a los clientes lo que es posible dentro de esta
hermosa red que nos tiene atrapados.
El riesgo es innato al ser humano y buscar la seguridad es cada vez mas necesario ya que los ataques cibernéticos serán cada día mas fuertes, silenciosos y sobretodo imprevistos.
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